El cambio de las tecnologias implica un cambio en la relación entre músicos y audiencia. Una generación que consume contenidos digitales y en particular desde las redes sociales implica permitir otro horizonte de producción artística.
El consumo de videos es una tendencia que sigue en crecimiento. Si bien el promedio de duración de los mismos se ha recortado a aproximadamente 2 minutos, lo que hizo que Vine como red social de videos cortos tuviera un breve éxito hace unos años; muchos consumos se plasman desde allí.
Un caso de éxito dentro del ámbito musical puede ser el de Lindsey Stirling, conocida violinista que pone en práctica e implementa un cruce artístico entre video, videojuego y música clásica llegando así masivamente a otro público.
Desde 2013, su producción audiovisual y divulgación en la red ha ido creciendo, con nuevas versiones y performances que hace que su cuenta tenga hoy con más de 9 millones de seguidores.
El uso de las redes sociales para la promoción de nuevas tendencias permite alos artistas comunicar su arte de forma efectiva y viral.