Ayer se inauguró en Buenos Aires la exposición inmersiva de realidad virtual de Björk, que incluye obras digitales y de video producidas por la icónica artista islandesa.
Toda su producción musical fue marcada por una innovación constante, rompiendo con lo preestablecido y generando cruces multidisciplinarios. No es de extrañar que sea además la primer artista en lanzar un álbum en realidad virtual del mundo.
El álbum y su octavo disco de estudio, Vulnicura, escrito, producido y grabado en colaboración con el productor venezolano Arca y el músico británico The Haxan Cloak, explora el amor y la angustia, a diferencia de “Biophilia”. Sin duda, explorar los limites de lo posible (y lo imposible) en arte y tecnología desde la música demanda equipos colaborativos. Los mejores programadores y artistas visuales, combinando instalaciones, filmaciones 360, 3D y variedad de priezas interactivas y audiovisuales que se utilizan para esta experiencia de inmersión de VR es parte del desafío de producción.
El recorrido está planteado como un ingreso a Vulnicura, el disco que relata algunos aspectos del proceso de ruptura con el videoartista Mathew Barney. El universo de Björk, en particular atravesado por sus sentimientos y percepciones del mundo son la base de la presentación. Su trayectoria con 40 años de exploración de géneros desde su primer producción Debut, se consagran en la presentación de esta nueva pieza.
Todas las experiencias de VR fueron realizadas en colaboración con la compañía británica de producción digital Rewind-VR y las canciones incluidas para la instalación fueron dirigidas por directores icónicos: la canción Stonemilker, además de Black Lake (Andrew Thomas Huang), Mouth Mantra (Jesse Kanda), Notget (Warren Du Preez y Nick Thornton Jones).
El espectador podrá atravesar 6 salas, 5 con interactividad y la sexta que funciona como un cine proyectando los cortos de la carrera de la artista islandesa.
La primer sala se enfoca en la exploración en tablets de su proyecto Biophilia Educational Project, una iniciativa que acercó la música electrónica a las escuelas de Reykjavík, y que se puede probar en la exposición. Biophilia es además, otro pionero de exploración tecnológica, el primer «álbum de estudio de formato app», una colección multimedia que engloba música, aplicaciones, Internet, instalaciones y espectáculos en directo (moon, thunderbolt, cosmogony, crystalline, hollow, virus, sacrifice, solstice, entre otros).
La segunda sala explora Black Lake, un encargo para la retrospectiva que le hizo el MOMA, dirigido por Andrew Thomas Huang, de Vrse, con efectos especiales de Digital Domaincon. En esta parte, nos sumergimos en una caverna de roca volcánica donde vivimos el dolor de la cantante en medio de una tridimensionalidad de pantallas enfrentadas.
El siguiente espacio profundiza en Stonemilker, dirigido por Andy Huang, un vídeo 360º disponible en Youtube enfocado en el glaciar Vatnajökull y el cañón Múlagljúfur de Islandia. El paisaje es un mix interesante entre las texturas de bosques musgosos, las piedras, el mar y los elementos de una naturaleza que encuentra a una Björk más luminosa. Es notable el trabajo de esta pieza, como el de todo Vulcunica, hecho por Chris Elms. En este caso, cada instrumento fue grabado con un micro de solapa en el espacio por separado por técnico Chris Elms, y el experto en sonido binaural Chris Pike “para que sientas que hay 30 músicos tocando en círculo a tu alrededor”.
Puede verse más información técnica sobre los aspectos musicales aquí.
El cuarto espacio, profundiza en una Björk más astral y luminosa pero que también manifiesta sus miedos y temores, acercándonos de forma carnal a su intimidad, ya que Mouth Mantra es un viaje por la garganta de la cantante. Sin duda es, dentro de la VR, la más extrema de las que obras que presenta.
Es interesante el desarrollo del primer video de esta sala, la mezcla de uso de técnicas y métodos para armar la Rottlace Mask que utiliza Björk. La máscara fue impresa en 3D y se construyó basada en scans digitales de los huesos y el tejido de Björk, quien se asoció con el arquitecto, diseñador y profesor asociado de Artes y Ciencias Multimedia del MIT Media La, Neri Oxman, para la producción de la misma.
Luego de esta apertura emocional, el espectador pasa a la más interactiva de las propuestas de la artista islandesa: coser las heridas de la cantante.
Uno se imagina lo exacerbado de la carnalidad, piel, sangre, dolor, pero lejos está de eso. No podremos “coser” efectivamente, en cambio, podremos envolver como lazos esos hilos que nos unen, de comunicación artística, mediante tecnología de Unity y Steam VR. Björk nos envuelve en un aura mágico de su mejor luz. Lazos de amor y conexión que unen a todo artista con su público, pero más aún a Björk y su percepción por pertenecer a otro milenio, a otro mundo que conecta con nuestra mente a un nivel de comunión conjunta. Somos seres de luz en interacción. Finalmente, nos encontramos cara a cara.
Todo Björk digital es la expresión consumada de su idea “Hay que dotar de alma a la tecnología para ser más creativos”.
Ella misma especificó en una entrevista como la realidad virtual está cambiando el mundo.
“La realidad virtual ha de ser sólo un instrumento. Pienso que necesitamos poner humanidad en la tecnología, dotarla de alma. La idea es emplear la tecnología para estar más cerca de la gente, para ser más creativos. Específicamente, el vídeo en realidad virtual es una continuación del convencional. Tiene varias cosas muy buenas como el formato de película de youTube, admite película de increíble calidad y en general es una plataforma buenísima porque combina todo eso. Para alguien como yo que hace música esta experiencia inmersiva es muy excitante, muy wagneriano: mezclar sonido 360º con una escenografía teatral.
Yo no digo que sea mejor o peor que otros soportes . No sé, es otra cosa. ¿Es mejor el teatro que una película, es mejor una película en el cine que Netflix? ¿ un concierto es mejor que el teatro? Todo es opinable porque son cosas distintas. Pero lo que sí creo es que para alguien como yo, para lo que quiero hacer, estos vídeos de realidad virtual me han dado la oportunidad de meter juntas muchas más cosas como nunca antes. Lo remarcable es que cada vez que llega un nuevo formato éste te saca de tu zona de confort, porque pone nuestra emotividad y nuestra alma dentro de la tecnología. Es un formato que puede ser muy privado e íntimo, casi pornográfico.”
Innovadora por excelencia, lo multidimensional, multidisciplinar y la interpretación estética que fortalece su visión sobre la tecnología en conjugación con la moda y los videos hacen de toda su producción artística, pero en particular de esta obra, un complemento fundamental para la música. Original e impactante.
Luego de haber pasado por Tokio, Sidney, Montreal, Reikiavik, Londres, Los Ángeles, México y Barcelona, se podrá visitar de forma gratuita del 20 de septiembre al 30 de diciembre en Dique 0 de Bajo Autopista, en la Usina del Arte.
Martes a Jueves de 14 a 19hs / Viernes de 12 a 21hs / Sábados, Domingos y Feriados de 10 a 21hs
Entrada gratuita
Prohibido para menores de 13 años